Conflictos Organizacionales

En esta imagen podemos apreciar algunas de las fuentes de Conflictos más comunes dentro de cualquier Organización.  


Los conflictos organizacionales son efectos propios de la naturaleza de cualquier organización, están signados por la inevitabilidad en cuanto a ocurrencia y experiencia para los seres humanos que concurren en la vida organizacional. Se puede afirmar que buena parte del funcionamiento exitoso de una organización está supeditado al buen manejo que ella ejerza sobre los conflictos que emergen en su seno; así como del aprovechamiento asertivo de los cúmulos de aprendizajes que le facilite dichas experiencias, en la medida que se tenga conciencia de tales y se desarrolle la pericia para manejarlos.

"Se consideran aquí los conflictos familiares, laborales, legales, conflictos ideológicos en distintas materias (ciencia, religión, política), conflictos de clases, sexos, generaciones, razas, jerarquías y países, etc.”. 

Desde esta perspectiva, el conflicto organizacional involucra la existencia de una determinada agrupación humana, sea esta de carácter social, económico, político, laboral, familiar y en fin de cualquier naturaleza en donde coexistan seres humanos y se den relaciones entre ellos de cualquier tipo. En este sentido, hay que abordar las especificidades de las distintas clases de conflictividad manifestadas en este contexto.
Los conflictos Organizacionales se ven manifiestos dentro  del sistema de relaciones laborales y a las  propias interacciones que tienen lugar dentro del misma.
Los resultados de estas interacciones pueden acarrear conflictos y/o disputas entre empleados y sus empleadores, lo que exige contar con un sistema de gestión de conflictos capaz de resolverlos y de impedir, en la medida de lo posible, que estos surjan. 

Por  ello el diseño de  este sistema  deberá tener presente tres ejes fundamentales, ellos son: PREVENCIÓN – GESTIÓN y RESOLUCIÓN.  

Aunque el conflicto es aceptado como un elemento inevitable dentro de una economía de mercado, es posible evitar que dichos desacuerdos se conviertan en grandes conflictos (debido a la escalada del/los mismos)  y que se encuentre una solución a los mismos, logrando disminuir de esa forma la necesidad de resolución judicial en sede judicial. 

Esto requiere que los sistemas de gestión de conflictos proporcionen una gama de servicios que alienten a los empleadores y a sus empleados a evitar el surgimiento de conflictos, mediante iniciativas basadas en el consenso y que, al mismo tiempo, les proporcionen servicios de conciliación/mediación y arbitraje cuando no puedan impedir que dichas diferencias se tornen en conflictos que requieran la intervención de terceros. Los sistemas de gestión de conflictos eficaces reducen tanto el costo como el tiempo asociado a los conflictos.

Por último es importante destacar que muchos países han implementado sistemas de prevención y resolución de conflictos, tanto dentro como fuera de los Ministerios de Trabajo, con diversos sistemas y funciones. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha estado apoyando a los estados miembros, las organizaciones de trabajadores y las organizaciones de empleadores para crear o fortalecer dichos mecanismos.


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